Cuando el productor de " Don't Doubt ur Vibe " descubrió que su presupuesto de alquiler para estudiantes parecía demasiado ajustado, ideó un plan que combinaba su talento empresarial con su pasión por la música electrónica. Mucho antes de que sus cohetes SpaceX entraran en órbita o los autos Tesla circularan por las calles de la ciudad, Musk trabajaba como el cerebro detrás de un club nocturno universitario junto con el director ejecutivo de The Founder Institute, Adeo Ressi, su compañero de cuarto en la Universidad de Pensilvania en ese momento.

La afinidad de Musk por la música dance inspiró la audaz decisión de transformar su casa en un club de baile hecho por el mismo, donde cobró a sus compañeros de estudios una tarifa de entrada de cinco dólares para ayudar a pagar el alquiler, reveló en un hilo en X. Lo que no sabían esos clubbers era que iban a recibir un saborear el espíritu visionario que algún día impulsaría sus innovaciones que cambiarían paradigmas.

La anécdota vino de DogeDesigner, quien dijo que Musk "convirtió su casa en un club nocturno" para pagar el alquiler antes de que el titán tecnológico respondiera y lo confirmara.