El pasado día 19 de septiembre, un terremoto de magnitud 7.1 sacudió fuertemente la capital y varios estados de México.
Tras el sismo de 7.1 grados algunos habitantes están estresados, sienten que tras el sismo el piso se les mueve, pero la realidad es que no está temblando es su cerebro tratando de asimilar el trauma, explica la psicología.
Los inmuebles están aptos para operar con normalidad.